En nuestro segundo día en Frankfurt aprendí lo siguiente:
1) No por mucho madrugar amanece más temprano, y esto es así allá donde vayas: en Frankfurt también. Lo comprobamos porque nos levantamos a las 5.45 a.m. pensando que pronto se haría de día y podríamos ver con más detalle algunos de los edificios más importantes de la ciudad (hay que tener en cuenta que partíamos hacia Stuttgart a las 11 a.m.); pero lo cierto es que dimos un largo paseo por la orilla del río Main, concretamente por lo que se conoce como la Ribera de los Museos (al parecer uno de los emplazamientos de museos más importantes de Alemania)... hasta que al fin salió el sol, exactamente a las 7.58 a.m. (ver foto de abajo con la "Main Tower" incluida).
2) En Frankfurt está la sede del Banco Central Europeo y, para que quede bien claro, enfrente hay un símbolo del euro gigante. Así nunca me olvidaré de que éste ha sido mi primer viaje internacional en el que por fin no tengo que cambiar de moneda, y eso que nunca he salido de la Unión Europea! que si libras, que si coronas suecas, que si zlotys, que si coronas danesas, que si coronas checas... aaaaarg! viva la moneda "única"!!
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