Me imagino que a vosotros también os habrá pasado alguna vez eso de miraros un día cualquiera al espejo y pensar... "caray, hoy no estoy tan fea como de costumbre...". Cuando tienes uno de esos días, como me sucedió a mí ayer, lo peor que te puede pasar son dos cosas:
1. que no tengas plan.
2. que tu cámara de fotos no tenga batería.
Pues bien, ayer noche se juntaron ambos despropósitos, por lo que:
1. no tengo testigos presenciales.
2. no pude inmortalizar tan inusual acontecimiento.
Para tratar de solventar dicho infortunio me decidí a bajar la basura a las 12 de la noche. Pero no, no me crucé con nadie... MALDICIÓN!
No hay comentarios:
Publicar un comentario