Nos hemos pegado un tute de tren considerable, pero ha merecido la pena! En mi opinión, Wroclaw no llega al nivel de Krakov pero poco le falta. Además, con las luces, el árbol y el mercadillo de navidad… buf!! estaba todo precioso! Todo eso añadido a que nos hemos divertido un montón :D
El sábado, entre otras cosas, paseamos, compramos cosillas en el mercadillo de navidad, visitamos iglesias (será por iglesias, aquí en Polonia…) y demás atracciones turísticas. Una cosa curiosa de Wroclaw, es que hay un montón de enanitos por toda la ciudad: en las farolas, en los escalones de las casas… Todo eso mientras aguantó la luz del sol. Luego nos fuimos a la plaza principal en donde había una Feria Alemana, y nos comimos salchichas gigantes y bebimos vino caliente (puag!). Luego fuimos a tomar algo por ahí y, entre otras cosas comimos pan untado con grasa de pollo (puag! otra vez). Y, ya por la noche, nos montamos nuestra propia fiesta en el hostal y bailamos al ritmo de la música de nuestros móviles, jajaja! fue una noche extraña a la par que divertida :)
Y el domingo visitamos una isla que hay en el río Odra (el río que pasa por Wroclaw) en donde está la catedral y demás iglesias (of course). Ya a mediodía cogimos el tren de vuelta y 8 horitas de viaje! eso sí, amenizadas por un joven polaco estudiante de ópera… very original! pero vamos, que solo habló, de cantar, nada de nada, una pena…
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