Pero la protagonista de este post no es la semilla del anís, sino la flor... y es que mis hermanos y yo, misteriosamente, a la flor del anís la llamamos "galleta". El porqué no lo sabemos o, mejor dicho, no lo recordamos... a mí se me ocurren 3 posibles explicaciones:
-algún día nos comimos una flor "galleta" con la leche y nos supo bien? esta es poco probable, aunque bueno, yo de pequeña chupaba paredes así que... todo es posible!
-algún día alguien nos dijo que de esta planta nacían galletas y nos lo creímos? difícil... aunque yo de pequeña también me creí que Casablanca era un país africano en el que vivían los presidentes de EEUU para vivir a salvo cuando su país estaba implicado en alguna guerra... ingenua de mí!
-algún día nuestra madre hizo galletas de anís y al pasar cerca de la susodicha planta el olor nos recordó a sus galletas? esta es, sin duda, la teoría más probable.
1 comentario:
Me encantan estas fotografías y la ligereza de tus palabras. Pásate por el mio. Saludos.
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